Nombre común
Trucha común.
Clasificación
Clase
Actinopterigii.
Orden
Salmoniformes.
Familia
Salmonidae.
Distribución
Su área nativa se extiende por Europa, oeste de asia, noreste del Atlántico, Mar del norte, mar Caspio, Váltico, mar Negro y Mediterráneo. Esta distribución se ha ampliado considerablemente a causa de las introducciones, deliberadas o accidentales, que se han realizado con esta especie en todo el mundo.
Su pesca es muy atractiva por ser peces muy recelosos y difíciles de engañar que requieren de una cuidadosa preparación del cebo tanto en su aspecto como en la forma de presentárselo, y que, además, una vez prendido en la caña lucha enérgicamente. Su crianza en piscifactorías manteniéndolas a base de piensos con el objeto de aprovechar su carne y huevas es rentable ya que soportan bien la cautividad con una adecuada gestión. La trucha es un pescado tierno y de sabor suave que admite bien el ahumado y cualquier tipo de receta en fresco, por lo cual es muy apreciado gastronómicamente. Añadamos a todo esto una gran plasticidad genética y adaptabilidad que permiten a esta especie colonizar cualquier lugar con tal que disponga de refugios para esconderse y aguas limpias, frescas y bien oxigenadas, y llegaremos a la conclusión de que es lógico que el ser humano la aya introducido en multitud de países.
Puede llegar a ser muy dañina pues además de ser muy adaptable, compite con los peces nativos de los lugares donde es introducida por el alimento y los refugios y preda sobre alevines o las pequeñas especies. Se ha catalogado en la lista de la Unión Internacional de Conservación de la naturaleza como una de las cien especies invasoras más peligrosas.
Biotopo
Habita en arroyos, ríos y lagos con aguas frescas, limpias, cristalinas, bien oxigenadas y de corriente moderada a rápida. Requiere fondos de grava, arena o cantos rodados y lugares donde refugiarse y acechar a sus presas como raíces, troncos caídos o escondrijos bajo piedras.
La trucha es una de las especies de peces genéticamente más camaleónicas que existen, ya que según su dotación genética individual, su alimentación y los estímulos que reciba del medio puede comportarse de diferente forma o variar su aspecto. Existen tres tipos de truchas diferentes. El morfo Fario corresponde a individuos de pequeño y mediano tamaño que viven de forma sedentaria en arroyos y pequeños ríos, concentrándose sobre todo en las orillas, pozas y remansos de éstos. El morfo Lacustris está conformado por peces que tras pasar uno o más años en arroyos y pequeños ríos, migran posteriormente a los lagos donde crecen a base de peces y demás animales hasta alcanzar un respetable tamaño. Por último están los reos que tras una época de crecimiento lento en arroyos que puede llevar de uno a cuatro años, migran luego a los estuarios y costas someras cerca de su río de origen donde engordan a base de fauna marina. Esta forma de trucha anádroma puede pasar varios meses o años allí, según el individuo, y remonta luego los cursos de agua para desovar en los arroyos. Al contrario que muchos salmónidos los reos pueden sobrevivir tras reproducirse y bajan de nuevo al mar para volver a procrear al año siguiente, si bien cierta cantidad de ellos mueren tras la época reproductiva.
Como se indicó anteriormente, no sólo estos tres morfos pertenecen a una misma especie, sino que además en una misma población pueden convivir los tres tipos de truchas que son susceptibles de emparejarse entre sí. La progenie resultante de cada hembra puede contener las tres variedades y cada alevín, según sus particulares genes o según los estímulos que reciba del medio puede derivar en uno u otro de los morfos existentes.
Forma
Su cuerpo es fusiforme, ligeramente comprimido lateralmente y revestido de escamas pequeñas y lisas. La forma sedentaria de arroyo es más estilizada que las otras dos variedades. El pedúnculo caudal es de aspecto potente.
La aleta anal tiene de 6 a 9 radios bifurcados y en estado plegado los radios anteriores quedan sobre los posteriores. La aleta dorsal está insertada en el centro del cuerpo, algo más cerca de la cabeza, y es casi triangular y no muy larga, con el borde anterior convexo y tiene de 8 a 11 radios ramificados. Las aletas pectorales son más largas que las pélvicas. Éstas últimas se encuentran algo más atrasadas que la dorsal. La aleta caudal es ahorquillada en los jóvenes pero va perdiendo la escotadura con la edad quedando con el tiempo recta o incluso convexa. En los ejemplares anádromos la cola es más grande proporcionalmente y tiene los radios más rígidos para darles mayor capacidad de nado. Como todos los salmónidos la trucha tiene una aleta adiposa tras la dorsal, bastante cerca de la cola. Este pez no tiene radios espinosos en sus aletas.
La cabeza representa aproximadamente una cuarta parte del cuerpo pero en los reos es más pequeña. En la época reproductiva a los machos anádromos se les desarrolla la mandíbula inferior proyectándose ésta hacia adelante y curvándose hacia arriba.
Coloración
Muy variable. La zona dorsal puede ser parduzca, castaña u olivácea. Los costados pueden ser ocráceos, amarillentos, verdosos o pardo claro. La zona ventral puede ser amarillenta clara, blancuzca o cremosa. En los costados tienen ocelos rojos o negros que pueden estar circundados de un anillo negro y otro blanco. En los ejemplares jóvenes y adultos no anádromos la aleta adiposa es roja o naranja. Los alevines tienen manchas ovaladas de color gris oscuro en los costados que algunos ejemplares mantienen también hasta su adultez. La trucha puede acoplar su pigmentación según el sustrato de su hábitat sea más claro u oscuro por lo que podemos hayar versiones de la coloración antes citadas en tonos grisáceos, casi negros o blanquecinos.
Cuando las truchas anádromas se encuentran en el mar todo su cuerpo es de tonos plateados, oscuro por el dorso y más brillante en sus costados, y tienen manchas negras en los flancos. Los ejemplares del morfo Lacustris pueden tomar también en ocasiones tonos plateados. Cuando los reos llevan varias semanas en los ríos se vuelven bastante parecidos al resto de las truchas pero de tonos algo más rojizos y los ocelos no están circundados por anillos negros.
Las aletas pueden estar orladas de negro, en especial la caudal.
Tamaño
El morfo fario suele medir de 30 a 50 centímetros. Los otros dos tipos de trucha pueden ser mucho mayores, superando en ocasiones el metro de longitud.
Diferencias sexuales
El único morfo que tiene diferencias sexuales patentes es el anádromo, ya que los machos desarrollan su mandíbula inferior hacia adelante y arriba en la época reproductiva como otros salmónidos.
Lo que sí que ocurre es que entre los ejemplares de la variedad de arroyo hay más proporción de machos mientras que los animales anádromos y lacustres tienden a ser mayormente hembras. Las truchas migradoras y las de lago son más grandes y las hembras de mayor talla ponen más huevos y de mayor calidad. Por otra parte los lagos y mares donde se alimentan estos morfos son más ricos que los arroyos y las hembras necesitan un mayor aporte nutritivo. Es por esos dos motivos que la selección natural favorece a las hembras de estas dos variedades.
Acuario
Las dos variedades que se pueden mantener son la de arroyo y la de lago. Obviamente la variedad anádroma tiene necesidad de viajar al mar por lo que es difícil recluírla en una urna. La más asequible es la trucha fario, ya que al no alcanzar una talla tan grande como las otras podremos mantener un solo ejemplar en un recipiente de unos 500 litros. Para tener este pez hay que hacer una gran inversión en maquinaria pues necesita corriente y agua muy limpia, por lo que debemos adquirir un filtro muy potente. A esto añadiremos un aireador para que la concentración en oxígeno sea suficiente, y si vivimos en climas calurosos tendremos que adquirir también un enfriador pues las truchas no soportan las altas temperaturas.
Las truchas necesitan escondrijos para sentirse seguras por lo que cubriremos uno de los laterales del acuario con vegetación acuática, cuevas de rocas o troncos y raíces para darles varios refugios. Debemos curar y hervir concienzudamente los troncos y raíces para evitar que enturbien el agua en demasía al soltar taninos, ya que a estos peces les gustan las aguas claras.
El sustrato puede ser de arena o grava y podemos añadir para adornar algún canto rodado propio también de su hábitat. Hay que tener presente que este pez puede aclarar u oscurecer sus tonos según sea el color de su hábitat, por lo que se puede volver muy negruzco o blanquecino si ponemos sustratos muy oscuros o claros respectivamente.
Si queremos mantener una enorme y espectacular trucha de lago necesitaremos un recipiente de 1200 litros aproximadamente y una gran cantidad de maquinaria para poder tener toda esa agua en buenas condiciones.
A causa de su territorialidad y agresividad, que se acentúan más en cautividad, debemos mantenerlo en su urna como pez único.
Temperatura
De 1 a 18 grados, con un óptimo entre 13 y 16. Puede soportar picos de algo más de 20 grados durante momentos puntuales pero si se mantiene así varios días el pez muere. A menos de 7 grados entra en un estado similar a la hibernación.
Agua
En aguas calizas su colorido se hace más brillante.
Alimentación
Los ejemplares de agua dulce se alimentan de insectos terrestres que caen al agua, ninfas emergentes, larvas de insectos y crustáceos. Los ejemplares de buen tamaño comen también otros peces (el morfo lacustris más que el morfo fario), y no tienen inconveniente en predar sobre los jóvenes de su misma especie. Se alimentan sobre todo en superficie y en la columna de agua, aunque también pueden comer en el fondo. En el mar los reos suelen comer crustáceos o pequeños peces clupéidos como el arenque o el boquerón.
En cautividad podemos alternar trozos de corazón de vaca, gambas y mejillón con pellets para peces carnívoros, trozos de pescado o pequeños peces enteros e insectos. Debemos tener la precaución de no dar peces vivos e insectos sustraídos de medios naturales para evitar la introducción de parásitos, enfermedades o pesticidas y demás elementos tóxicos.
Comportamiento
ES muy territorial y sedentario Y no duda en atacar a cualquier pez intruso, sea o no de su especie. Las truchas del morfo Fario viven, como se indica arriba, en arroyos y pequeños ríos de corriente rápida pero se ubican en las pozas, orillas y remansos. Suelen ocupar durante meses o años los mismos refugios de descanso y cazaderos si no se las molesta. Se alimentan permaneciendo paradas al acecho en su lugar predilecto esperando el paso de una presa que localizan fundamentalmente por la vista. Normalmente se alimentan en superficie o en la columna de agua, aunque también pueden hacerlo en el fondo. Este tipo de truchas no se suelen alejar demasiado de su lugar de nacimiento, pudiendo permanecer cerca del lugar donde se incubó o en un arroyo cercano. Es de hábitos crepusculares, aunque puede realizar actividad en cualquier momento del día o la noche.
Los reos pueden vivir como las truchas de arroyo de uno a cuatro años. Tras este período abandonan su instinto territorial y se juntan en grupos para viajar corriente abajo. Luego permanecen EN CARDÚMENES en los estuarios o en las costas cercanas a su río de origen donde se alimentan y crecen. Esta etapa puede durar varios meses tan sólo o períodos tan prolongados como 3 o 4 años. Luego remontan de nuevo los ríos para llegar a los frezaderos donde desovan. Una vez en los ríos tardan aproximadamente un mes en volverse territoriales y en adquirir la librea de las truchas de agua dulce. Este salmónido puede sobrevivir al desove, y si lo hace vuelve al mar para regresar de nuevo al frezadero al año siguiente. Se da el caso que los reos más grandes y viejos suelen ausentarse de los ríos inmediatamente acaba la reproducción, mientras los más pequeños suelen permanecer unos meses en agua dulce antes de irse. Se dice que estos peces, por el largo tiempo que han permanecido en el mar y sometidos a los regímenes de mareas, siguen rigiéndose por estos patrones a la hora de desarrollar su actividad aun encontrándose en los ríos.
Respecto a las truchas de lago, una vez concluido el período de permanencia en arroyo de uno o varios añosbajan a las grandes masas de agua donde se alimentan o crecen. Suelen vivir de forma parecida a las truchas de río, guardando territorios en las orillas y fondos someros, si bien pueden tener un comportamiento algo más pelágico y alimentarse en aguas abiertas. Para la freza suben también a los pequeños arroyos como los otros dos morfos.
Reproducción
La freza puede ocurrir en septiembre u octubre en los ríos más nórdicos y de aguas más frías o tan tarde como en abril en las aguas más cálidas de la zona mediterránea. cada población adapta las fechas de desove para que las crías nazcan en primavera, y si la temperatura de las aguas es baja deben depositar sus huevas antes para que tengan tiempo de incubarse y eclosionar en las fechas adecuadas.
Los tres morfos de trucha pueden convivir en una misma población, desovan en los mismos lugares y pueden cruzarse entre sí. Cada uno de los alevines que forma parte de la descendencia resultante puede tomar uno de los tres modelos de vida en función de su dotación genética y de los estímulos que reciba del medio ambiente. También puede darse el caso de hibridación con salmón atlántico (Salmo Salar).
La reproducción la realizan en arroyos rápidos, frescos y con sustrato de grava. Los machos mayores y más fuertes defienden un territorio en áreas adecuadas para el desove donde esperan a las hembras. Son ellas las que valiéndose de su cola cavan un agujero en la grava donde se introduce la pareja. Ambos se estimulan y se frotan entre sí y se depositan las huevas y el esperma. Tras la conclusión del proceso la hembra cubre la puesta usando su cola para depositar el sustrato del fondo sobre ella. Puede construir varios nidos en la misma zona o moverse por diferentes partes del arroyo.
Hay que mencionar que existen dos estrategias reproductivas diferentes por parte de los machos. Algunos maduran sexualmente bastante tarde y dedican sus energías a engordar y crecer para hacerse fuertes y luchar por un territorio. Otros, en cambio, son muy precoces y pequeños, y aunque no pueden dominar un frezadero aprovechan su diminuta talla para escurrirse inadvertidamente entre la pareja que se corteja y fertilizar parte de la puesta.
Una vez acabado el desove cada morfo de trucha vuelve al lugar que le corresponde. Los reos no tienen por qué morir tras el desove, y aunque muchos sí perecen, un porcentaje que varía de un 30% a un 70% regresa al mar para volver al frezadero al año siguiente. La mortalidad aumenta considerablemente en zonas de aguas muy frías o en lugares donde la trucha marina tiene que recorrer un camino muy largo hasta llegar a los criaderos.
Una vez incubados los alevines abandonan el sustrato para formar pequeños cardúmenes. A las pocas semanas se vuelven territoriales y los que no encuentran zonas adecuadas para su desarrollo se dispersan o mueren. Al principio viven en las orillas pero conforme crecen van buscando aguas más hondas.
Ficha realizada por: José Carlos.